lunes, 31 de mayo de 2010

Me gusta ser española

En estos días reconozco que me estoy asomando poco al balcón, pero el deber me llama. Una que como no tenía bastante con una carrera y además considera que el periodismo se queda algo corto decidió matricularse en Derecho por la Uned. Todo un acierto si obviamos, los tremendos libros que hay que resumir, la falta de apoyo de un profesor -que mal acostumbrada estoy-, el trabajo, la recién estrenada independencia y la llegada del pequeño Pipo.

No obstante, debo decir que es una delicia aprovechar la luz que inunda mi balcón para leer detenidamente esos apuntes de Historia del Derecho Español. Como en todas las carreras de letras tenemos Historia de algo, en esencia son los mismos contenidos pero desde perspectivas diferentes.

Ahora estoy adentrándome en el siglo XIX español, una de mis épocas preferidas, ya que coincide con la Guerra de la Independencia. Un momento en el que los españoles cogieron las armas para defenderse del enemigo francés. Fue un momento único aquel dos de mayo de 1808 en el que el pueblo se levanto contra el gabacho invasor.

En la actualidad nos sentimos orgullosos de ser españoles gracias a las alegrías de la roja -que esperemos este año nos dé la del Mundial-, pero se ha olvidado ese sentimiento patriótico que encabezó aquel alcalde de Móstoles hace ya dos siglos. No es tampoco de extrañar teniendo en cuenta la clase política de la que gozamos. Siento envidia de aquellos españoles orgullosos de serlo.

Nota de la operación bikini: Mi consejo de hoy pasa por recomendar un plato fácil y rápido además de muy sano. Comprad una raja de salmón y cocinadla en el horno envuelta en papel de plata. A los 15 minutos tendréis un plato ligero que os salva una comida o una cena si lo combináis con una ensalada.

jueves, 27 de mayo de 2010

Desgarrapatada

Con el buen tiempo una piensa que ya que su perrito no puede salir aún a la calle porque no va a asomarse al balcón. Al final lo hice y el pequeño Pipo pasó más de media hora disfrutando del sol y el aire fresco -que no puro, porque los coches no dejan que así sea-. Vista la alegría de mi cachorrillo pensé que era una gran idea aprovechar el balcón para que se aireara.

Maldita idea. No pasaron ni tres días hasta que descubrimos cerca de su ojo izquierdo una herida considerable. Me asusté es cierto y llamé al veterinario. A las dos horas estábamos visitando al doctor perruno, que me comunicó bajo mi indignación que Pipo tenía una garrapata. Pero vamos a ver, si no hemos salido a la calle. Pues da lo mismo, resulta que los temibles bichos pueden llegar hasta tu perro en una simple ráfaga de viento. En este caso, el de mi balcón.

Señores, sin salir a la calle, con el collar antiparasitario mi pequeño ha cogido una garrapata. ¡Qué mala suerte! Ahora hemos contraatacado la casa con Cucal, su diminuto cuerpo con una pipeta antiparasitaria y aún así yo me sigo muriendo del picor. Creo que estoy obsesionada hasta las cejas.

Este jueves bajamos otra vez, pues le vamos a poner la última de sus vacunas. Su herida no ha mejorado mucho porque no deja tocarse. Me temo muy mucho que va a terminar con una campana. ¡Con lo pequeño qué es!

martes, 25 de mayo de 2010

Tengo una boda, ¿qué me pongo?


Olvidé contar que el pasado domingo al levantarme, para acudir a la ardua tarea del trabajo, vi desde el balcón a una pequeña vestida de comunión. Parecía una princesa y lucía el traje con mucho salero.

Es cierto que este fin de semana estuve ensimismada en el trabajo y por eso no ha sido hasta hoy cuando esta pequeña me ha recordado que en agosto... ¡tengo una boda!

Bueno que no cunda el pánico o ¿sí? La cuestión es qué narices voy a ponerme. Si tenemos en cuenta que el enlace es en pleno verano, en la playa y a las 13:00 horas (hablaré seriamente con mi amiga sobre su ocurrencia) podría ir desnuda, pero creo que no sería muy decoroso.

Rauda y veloz acudí al Santo Google para que me diera respuestas.

Dicen los que saben que lo primero que debes tener en cuenta es el horario en el que se celebrará la boda. Pues no debes ir vestida igual de día que de noche. Se acabaron los vestidos largos para el mediodía y olvida la pamela nocturna

Si es de día, es recomendable que las mujeres utilicen vestidos cortos. Es una oportunidad, además para lucir un bonito tocado o pamela. Para la noche, no te creas Penélope Cruz en la gala de los Óscar, vístete de largo, pero discreta y elegante. (Quedan prohibidas los sombreros y pamelas que se permiten en diurno). Respecto a los colores, tienes una amplía gama pues sólo está terminantemente prohibido el blanco que queda reservado para la novia.

En el caso de los hombres, no me olvido de ellos, las opciones se reducen a un elegante traje. Cálzate un esmoquin o chaqué siempre que los novios así lo soliciten. El gris, el negro y el azul son los mejores colores para lucir en una boda.

Espero que estos consejos os ayuden tanto como a mí a la hora de elegir cómo ir vestida a una boda y no morir en el intento.

PD: ¿Cómo va la operación bikini? ¿Habéis probado ya la pasta integral? Con aceite y albahaca está de chuparse los dedos.

lunes, 24 de mayo de 2010

La quiebra del Estado tal y como lo conocemos

Es oficial, hace mucho calor. Desde el balcón se puede ver que las sandalias ya están en la calle, los tirantes, los pantalones cortos y algún que otro helado. Sin embargo, por mucho que nos agobie el calor en España es lo normal. Como también es habitual oír desde mi balcón voces que parlotean en otras lenguas. En un barrio céntrico como es este el inglés y el chino están a la orden del día.

Lo que no parece tan normal es lo que ocurría a unas cuantas manzanas de mi terraza. El presidente de la Generalitat acudía al Senado a exigir la renovación del Constitucional, porque cuatro de sus magistrados caducaron su mandato ya hace más de dos años. Lo ha pedido en español, euskera, catalán y gallego y parece que sus súplicas han surtido efecto, eso sí bajo amenaza de la ruptura del pacto constitucional.

Ahora el PSOE, en boca de la portavoz del Senado, va a agilizar los trámites para facilitar la renovación e incluso es posible que acepte a los magistrados propuestos por las autonomías del PP y que en su día rechazaron de manera rotunda.

Pero, lo peor no es otra cosa que la renovación ahora después de cuatro años de bloqueo, hace que los magistrados actuales queden declarados incompetentes para dictar una sentencia sobre el Estatut. Lo que es lo mismo, el Tribunal Constitucional, encargado de velar por los principios de la Carta Magna, no sabe decir si es o no es constitucional un Estatuto.

Mientras, la batalla la han ganado Montilla y los políticos catalanes porque han demostrado la invalidez de un tribunal que se supone tiene que velar por la constitucionalidad de las leyes.

A todo esto, Montilla ha hablado de caminar hacia un Estado federal y si lo dice Montilla todo puede ser.

domingo, 23 de mayo de 2010

Bardem reina en Cannes


Escribo este domingo también lejos de mi balcón. Mientras os hago llegar la buena nueva. Un actor español se ha erigido como mejor actor en Cannes. Javier Bardem demuestra una vez más todo su potencial en la cinta "Biutiful". Lástima que el cine español siga siendo tan poco querido por los españoles. Esperemos que gracias a premios internacionales como el de Bardem nuestro cine llegue a lo más alto.

sábado, 22 de mayo de 2010

Vuelve la fiebre del oro

Os recomiendo que leáis un reportaje sobre el resurgir de la fiebre del oro. La directora de Oro y Finanzas, Marion Muller, analiza la creciente demanda del metal amarillo. La crisis y la desconfianza en los gobiernos están siendo la clave para que los grandes y pequeños inversores huyan de los mercados tradicionales.

jueves, 20 de mayo de 2010

La temida operación bikini



Despertador. Son las siete de la mañana, Pipo vuela hasta mi lado de la cama, lloriquea y ladra hasta que me levanto. Ufff, estoy muerta. ¿Qué tiempo hará hoy? Asomo la cabeza al balcón y el sol está radiante. Pues decidido, hoy iré a trabajar con ropa más ligera. Y es justo en ese instante cuando comienza la tortura de elegir esa prenda que el verano pasado te quedaba ideal y, sin embargo, esta mañana...

Un año más desde mi balcón arranca la primavera y con ella, el calor, la ropa ligera y, como no, los michelines, la celulitis y la crueldad del bikini.

Es hora de tomar medidas (y drásticas). De nuevo mi balcón me da la clave. Acabo de ver asomada desde la ventana a una pareja que iba muy propia haciendo footing. Sonreían, respiraban acompasados y lucían un palmito de impresión. Y, de repente, he pensado en lo maravilloso que sería el que yo saliera a correr. Dicho y hecho, queda inaugurada la operación bikini 2010, algo que se traduce en un par de charlas serias con mi consejera nutricional, salir a correr dos días en semana, un par de cremas infalibles y, como no, mucha paciencia.

Lo primero que hay que dejar de lado son las dietas milagro. Es un hecho que no funcionan, incrementan las posibilidades del temido efecto yo-yo y son muy frustrantes a largo plazo. Hay que comer de todo y bien.

Quedan prohibidas las bollerías industriales, los fritos, la comida basura y, en esencia, todo lo que nos encanta y sabemos de sobra que no es bueno.

Aumentar la cantidad de proteínas vegetales y reducir las animales es un buen comienzo. Un consejo eficaz puede ser dejar la leche de vaca a un lado, poco digestiva, y cambiarla por una versión de soja, avena o arroz. Cocina al wok, hervido, al horno o a la plancha, olvídate de las mantequillas y usa aceite de oliva.

Con estos primeros consejos, el balcón abre sus puertas a la operación bikini con la intención de que no sea traumática y sí sana y llevadera.

PD. Al final me he decidido por una camiseta de estilo marinero (anchita) que tapa decentemente los excesos del invierno.

Eta, descabezada

Esta mañana tras despertar volví a asomarme al balcón. Desde allí, vi cómo el sol comenzaba a brillar, las tiendas arrancaban su jornada y varias personas corrían hacia el autobús o el metro. En ese momento me di cuenta que, una vez más, llegaba tarde. Ducha, ya paso de desayunar, y a la calle.

Nada más llegar al trabajo, lejos de mi balcón, una voz me aterra diciéndome "nada, aquí liado con Eta". Oír esa frase de buena mañana en un periódico, para los que no lo sepan, suele significar malas noticias. Por desgracia, los españoles aún nos estremecemos al escuchar a alguien decir Eta. Sin embargo, esta mañana eran buenas noticias. Las policías española y francesa habían conseguido descabezar, y ya van seis, de nuevo a la terrible banda terrorista.

Aún así, esta semana venimos escuchando voces acusadoras que aún dicen que el Gobierno negocia con Eta. Esperemos que estas acciones contundentes callen a más de uno.

Mi más sincera enhorabuena a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.

miércoles, 19 de mayo de 2010

Inauguración del balcón...

Me alegra mucho inaugurar en este día un espacio como este que servirá de vía de escape para mis inquietudes. Hoy desde mi balcón luce un sol radiante, hay un montón de gente paseando -con y sin perritos. Al mío le queda una semana para lucir palmito en la calle-. Hace unas horas ha pasado una chica que caminaba sola y lucía una sonrisa especial, miró hacia el balcón con una mirada radiante. Me he enterado de que la razón de tanta alegría era porque hoy es su cumpleaños, esa chica cumple este 19 de mayo 25 años. Al poco ha traspasado el portal y ha subido hasta este balcón, porque esa chica soy yo.

Casi todas las felicitaciones que he recibido coinciden en que mi edad es fantástica, la flor de la vida, el momento de comerte el mundo y, sin dudarlo, creo que tienen razón. Tengo ganas de hacer muchas cosas, aunque muchas veces me pueda la ansiedad de la falta de tiempo, porque pasa muy deprisa y no siempre sigo su ritmo.

Una de esas cosas que estaban pendientes era la creación de este balcón y creo que un cuarto de siglo merece su inauguración. En 25 años, aunque para muchos sean muy pocos, me ha dado tiempo a hacer muchas cosas y una de ellas es trasladar mi residencia a Chamberí, dónde tengo un balcón al que cada día asomarme como hacía con mi abuela cuando era pequeña.

A ella le dedico este espacio y a todos vosotros os espero desde el balcón.